15.12.05

Demostración de la existencia de Dios

[...]Bueno, ¿qué pasa, es que no te intereso? Joder, ni que mi alma fuera de segunda mano, no te jode... Se supone que en el cielo estáis deseando hacer una fiesta conmigo, ¿o no? Si no lo haces por mí, hazlo por mi viejo, o por Mon, que la acabo de oír chillar, o sea, que está sufriendo ella sola, en su cuarto, en plan soy-una-mártir-estupenda-que-te-cagas... Es que eres la leche, tío, no se pueden hacer tratos contigo. Nada, que a mí me ha tocado lo de Caín, el humo que no sube y todo el rollo ese, y eso que yo no he matado a mi hermano, que a mi hermano lo has matado tú, hijoputa... Así de claro, ¿quién si no? Todavía me acuerdo, al principio, cuando yo no tenía ni idea de que existiera esa palabra, leucemia, joder, si parece el nombre de una planta de interior... Leucemia. Cuando mamá me lo dijo, me quedé tan fresco, ¿y qué?, pregunté, y entonces ella me aclaró, es un cáncer... Un cáncer, con dieciséis años, o sea, imposible, dije, pero ella me dijo que sí con la cabeza, moviéndola muy despacio, y se echó a llorar, y entonces... ¡buah![...]
Estaciones de Paso - Almudena Grandes, 2005